Shadow of the Colossus
Este título fue desarrollado por Japan studio de
SONY, publicado en el 2005 y creador del concepto Fumito Ueda.
En el juego nosotros controlamos a Wander, que viaja
a la tierra prohibida donde se dice que hay un poder capaz de devolver las
almas y la vida de los muerto, esta historia toma mucha importancia para
nuestro personaje principal debido a que una persona muy especial para él ha
fallecido, ¿quién es? no se sabe, solo sabemos que es un personaje misterioso
que está ligada a nuestro personaje principal. Este es uno de los puntos más
importantes del juego ya que nosotros mismos tendremos que conectan ciertos
puntos y en cierta forma generar una historia personal a partir de los
elementos que nos dé el juego.
Al llegar al templo donde inicia el juego, nos
encontramos con Dormin, un dios, que le confirma a Wander que las historias de
que se pueden revivir a los muertos se puede, gracias a la espada que porta y
lo único que tiene que hacer es matar a 16 colosos que están distribuidos en la
tierra prohibida.
Sin mayor descripción el juego nos presenta el mundo
de una forma minimalista y orgánica.
La tierra prohibida es un vasto y desértico lugar
que a pesar de su simpleza resulta muy invitante a explorar, quizá por lo
magníficamente sutil de los cambios de ambiente o el hecho de que todo está
conectado de una forma creíble que hace que la exploración sea muy dinámica.
La mayoría parte del juego nos la pasaremos sin
ningún acompañamiento, ni música (en los trayectos), ni enemigos, ni nada, solo
Wander y su caballo Agro.
De una manera muy general el juego trata sobre 16
jefes a derrotar, separados por segmentos de exploración muy largos, escrito
suena de lo más aburrido pero en la práctica
resulta ser una experiencia tan inmersiva e impactante ya que el
contexto tan vago y la ambientación logra convertir esta tarea en parte de una
narrativa más grande y compleja.
Los colosos a vencer son seres gigantes hechos de carne,
piel, cabello y piedra que vienen en distintas formas, pues pueden tener formas
humanoides o de distintos animales, como toros, anguilas, aves, langosta, etc.
Y de igual forma su tamaño es muy variable ya que pueden medir cientos de
metros de altura o bien miden lo de un autobús. Algunos intentan evitar la
confrontación y otros intentaran acabar contigo a la menor oportunidad que
tengan.
Es muy impresionante lo tensos que pueden ser los
combates con estas bestias ya que ver a Wander sujetarse con uñas y dientes a
una creatura voladora que trata de quitárselo de encima es una de esas escenas
que quedan grabadas en tu mente.
El juego es una experiencia solitaria y el mundo
está construido para que te pierdas en el sin ninguna distracción.
La presentación del juego es completamente limpia,
si bien en la actualidad es un juego que no sorprende es muy apreciable el
contenido grafico que contiene. El mundo de Shadow of the Colossus es hermoso,
misterioso e impactante. Las enormes construcciones gigantes y abandonadas que
son retomadas por la naturaleza son excelentes y los paisajes están llenos de
detalles que hace que sea un placer recorrerlos.
El solo hecho de cambiar sutilmente la ambientación y
encontrarte un riachuelo, cascada, desierto o bosque es una de las razones por
las cuales es muy admirable este juego.
Aun así lo que se lleva las palmas son las
animaciones del caballo Agro y los colosos ya que el solo ver cabalgar en el
caballo se convierte en algo hermoso de ver y los colosos transmiten bien su tamaño,
su torpeza y lentitud pero contribuyen excelentemente a que te creas que estas
peleando contra una montaña peluda.
El apartado de audio es de igual forma implacable.
La atmosfera del juego es trabajada por la ausencia de la música que sabe
cuándo aparecer y cuándo irse. Cada enfrentamiento con un coloso está excelentemente
acompañado con un soundtrack épico, tanto que muchas melodías quedaran grabadas
en tu memoria, mayormente por lo agitado de la situación que la complementa.
La belleza de este mundo estaría incompleta sin una
banda sonora que tuviese las cualidades tan épicas, magnificas y casi mágicas
del trabajo hecho por el compositor Kow Otani.
Shadow of the Colossus es uno de esos juegos que
tienes que probar para comprender completamente, porque rompe muchas
convenciones establecías en el medio del videojuego.
Un juego de tan alta producción y recursos
generalmente no termina siendo una obra minimalista llena de expresiones
sutiles. Este juego prueba que el concepto, la dirección y ejecución son
primordiales al momento de crear algo nuevo, cualquier otra cosa es solo un
adorno.
Shadow of the Colossus se juega más que nada por la
experiencia, por los recuerdos, por la música, por su historia, por convicción
y por nostalgia.
Es un título que no se parece a nada más que solo a
sus trabajos previos de su creador (ICO).
Incluso aquellos que trabajan en grandes empresas de
videojuegos y se dedican a hacer esto, no tendrían palabras para describir con
certeza lo que Shadow of the Colossus significa.
Tal vez no sea el videojuego con los gráficos más
espectaculares pero su dirección de arte es única.
No llegue a llorar, pero falto poco para hacerlo. Es
más cuando lo volví a jugar y escribí esto me hizo recordar que es, para mí, el
mejor videojuego jamás creado.
Es uno de esos juegos clásicos modernos que parecen
ser eternos, que no importando cuanto tiempo pase seguirán jugándose y
sintiéndose igual.
Es de esos juegos que no se olvidan y que por lo
mínimo se tiene que pasar aunque sea una vez.
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