lunes, 8 de septiembre de 2014

Shadow of the Colossus (descripción)



Shadow of the Colossus

        
Este título fue desarrollado por Japan studio de SONY, publicado en el 2005 y creador del concepto Fumito Ueda.

En el juego nosotros controlamos a Wander, que viaja a la tierra prohibida donde se dice que hay un poder capaz de devolver las almas y la vida de los muerto, esta historia toma mucha importancia para nuestro personaje principal debido a que una persona muy especial para él ha fallecido, ¿quién es? no se sabe, solo sabemos que es un personaje misterioso que está ligada a nuestro personaje principal. Este es uno de los puntos más importantes del juego ya que nosotros mismos tendremos que conectan ciertos puntos y en cierta forma generar una historia personal a partir de los elementos que nos dé el juego.

Al llegar al templo donde inicia el juego, nos encontramos con Dormin, un dios, que le confirma a Wander que las historias de que se pueden revivir a los muertos se puede, gracias a la espada que porta y lo único que tiene que hacer es matar a 16 colosos que están distribuidos en la tierra prohibida.

Sin mayor descripción el juego nos presenta el mundo de una forma minimalista y orgánica.
La tierra prohibida es un vasto y desértico lugar que a pesar de su simpleza resulta muy invitante a explorar, quizá por lo magníficamente sutil de los cambios de ambiente o el hecho de que todo está conectado de una forma creíble que hace que la exploración sea muy dinámica.

La mayoría parte del juego nos la pasaremos sin ningún acompañamiento, ni música (en los trayectos), ni enemigos, ni nada, solo Wander y su caballo Agro.
De una manera muy general el juego trata sobre 16 jefes a derrotar, separados por segmentos de exploración muy largos, escrito suena de lo más aburrido pero en la práctica  resulta ser una experiencia tan inmersiva e impactante ya que el contexto tan vago y la ambientación logra convertir esta tarea en parte de una narrativa más grande y compleja.

Los colosos a vencer son seres gigantes hechos de carne, piel, cabello y piedra que vienen en distintas formas, pues pueden tener formas humanoides o de distintos animales, como toros, anguilas, aves, langosta, etc. Y de igual forma su tamaño es muy variable ya que pueden medir cientos de metros de altura o bien miden lo de un autobús. Algunos intentan evitar la confrontación y otros intentaran acabar contigo a la menor oportunidad que tengan.

Es muy impresionante lo tensos que pueden ser los combates con estas bestias ya que ver a Wander sujetarse con uñas y dientes a una creatura voladora que trata de quitárselo de encima es una de esas escenas que quedan grabadas en tu mente.

El juego es una experiencia solitaria y el mundo está construido para que te pierdas en el sin ninguna distracción.

La presentación del juego es completamente limpia, si bien en la actualidad es un juego que no sorprende es muy apreciable el contenido grafico que contiene. El mundo de Shadow of the Colossus es hermoso, misterioso e impactante. Las enormes construcciones gigantes y abandonadas que son retomadas por la naturaleza son excelentes y los paisajes están llenos de detalles que hace que sea un placer recorrerlos.

El solo hecho de cambiar sutilmente la ambientación y encontrarte un riachuelo, cascada, desierto o bosque es una de las razones por las cuales es muy admirable este juego.

Aun así lo que se lleva las palmas son las animaciones del caballo Agro y los colosos ya que el solo ver cabalgar en el caballo se convierte en algo hermoso de ver y los colosos transmiten bien su tamaño, su torpeza y lentitud pero contribuyen excelentemente a que te creas que estas peleando contra una montaña peluda.

El apartado de audio es de igual forma implacable. La atmosfera del juego es trabajada por la ausencia de la música que sabe cuándo aparecer y cuándo irse. Cada enfrentamiento con un coloso está excelentemente acompañado con un soundtrack épico, tanto que muchas melodías quedaran grabadas en tu memoria, mayormente por lo agitado de la situación que la complementa.

La belleza de este mundo estaría incompleta sin una banda sonora que tuviese las cualidades tan épicas, magnificas y casi mágicas del trabajo hecho por el compositor Kow Otani.


Shadow of the Colossus es uno de esos juegos que tienes que probar para comprender completamente, porque rompe muchas convenciones establecías en el medio del videojuego.

Un juego de tan alta producción y recursos generalmente no termina siendo una obra minimalista llena de expresiones sutiles. Este juego prueba que el concepto, la dirección y ejecución son primordiales al momento de crear algo nuevo, cualquier otra cosa es solo un adorno.

Shadow of the Colossus se juega más que nada por la experiencia, por los recuerdos, por la música, por su historia, por convicción y por nostalgia.

Es un título que no se parece a nada más que solo a sus trabajos previos de su creador (ICO).

Incluso aquellos que trabajan en grandes empresas de videojuegos y se dedican a hacer esto, no tendrían palabras para describir con certeza lo que Shadow of the Colossus significa.

Tal vez no sea el videojuego con los gráficos más espectaculares pero su dirección de arte es única.

No llegue a llorar, pero falto poco para hacerlo. Es más cuando lo volví a jugar y escribí esto me hizo recordar que es, para mí, el mejor videojuego jamás creado.

Es uno de esos juegos clásicos modernos que parecen ser eternos, que no importando cuanto tiempo pase seguirán jugándose y sintiéndose igual.

Es de esos juegos que no se olvidan y que por lo mínimo se tiene que pasar aunque sea una vez.

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